En el mundo del derecho inmobiliario, los conceptos de tenencia y posesión suelen confundirse debido a su aparente similitud. Sin embargo, estas figuras jurídicas tienen implicaciones legales y prácticas muy diferentes, especialmente en el contexto colombiano. Comprender estas diferencias es clave para tomar decisiones estratégicas en la compra, arriendo o inversión de bienes inmuebles.

¿Qué es la tenencia de un inmueble?

La tenencia se da cuando un tercero ocupa un inmueble con el consentimiento del propietario. Este acuerdo se formaliza mediante contratos como el arrendamiento o el comodato. En este caso, el tercero reconoce siempre al propietario como el legítimo titular del derecho sobre el bien.

• Arrendamiento: El arrendatario paga un canon mensual al propietario por el uso temporal del inmueble.
• Comodato: El comodatario utiliza la propiedad sin pagar, bajo un acuerdo que no implica transferencia de propiedad.

El aspecto clave de la tenencia es que, bajo ninguna circunstancia, el tercero puede convertirse en propietario del bien.

¿Qué es la posesión de un inmueble?

La posesión ocurre cuando un tercero ocupa y utiliza un inmueble sin ningún contrato formal con el propietario. 

Aunque el dueño sigue siendo el titular legal, el poseedor actúa como si fuera dueño del bien.

Un punto crucial de la posesión es la posibilidad de que el poseedor adquiera derechos legales sobre la propiedad mediante la prescripción adquisitiva, un mecanismo que permite convertirse en propietario legítimo si se cumplen ciertos requisitos legales.

Diferencias clave entre tenencia y posesión