¿Qué es una hipoteca?
La hipoteca es una figura jurídica que permite respaldar un préstamo de dinero con un bien inmueble. Es decir, una persona solicita un crédito y ofrece como garantía una propiedad, la cual podrá ser usada por el acreedor si no se cumple con el pago del préstamo en el tiempo acordado.
Según el artículo 2432 del Código Civil colombiano, la hipoteca es "un derecho de prenda constituido sobre inmuebles que no dejan por eso de permanecer en poder del deudor”. Esto significa que el propietario puede seguir habitando o usando su bien mientras cumple con sus obligaciones.
Tipos de hipoteca en Colombia
En el país existen varias modalidades de hipoteca, entre las que se destacan:
Hipoteca abierta con límite de cuantía:

Permite financiar diferentes propósitos, y aunque el deudor puede vender, arrendar o hipotecar el bien, debe informar al acreedor y no exceder el valor límite pactado. Esta modalidad tiene un plazo máximo de 10 años.
Hipoteca abierta sin límite de cuantía:
Más flexible en cuanto al valor adeudado. El deudor puede disponer del bien libremente, siempre que pague el saldo correspondiente al acreedor. Su plazo no debe superar los 5 años.
Hipoteca cerrada:
Es la más tradicional. Solo se usa para la compra o construcción de vivienda. El bien no se puede vender ni hipotecar sin autorización del acreedor. Usualmente tiene un plazo de hasta 30 años.
Hipoteca inversa:
Especialmente diseñada para adultos mayores. Permite recibir un ingreso mensual cediendo la propiedad al acreedor, pero conservando el derecho de habitarla hasta el fallecimiento o abandono. No tiene plazo definido.
¿Qué ha dicho la Corte Suprema sobre la hipoteca abierta?
La Corte Suprema de Justicia, en una sentencia relevante (STC-16132016), explicó que la hipoteca abierta sirve como garantía para obligaciones múltiples y diversas, sean pasadas o futuras. Es decir, puede respaldar más de una deuda, incluso si todavía no se conocen todos los valores o detalles al momento de firmar la hipoteca.
Esta figura del derecho civil cumple una función económica clave: garantiza el cumplimiento de obligaciones en distintos momentos y bajo diferentes condiciones.